El problema de esto no es tanto que no haga las cosas de provecho, no, el problema es que este "no tener ganas" da un poco de espacio a mi curiosidad autodestructiva. Ando tan pasiva que algo en mi interior me pregunta, con voz chiquitita..."¿por qué no vas a mirar que anda haciendo Juan en la red? Mira su blog, mira de menos su perfil aunque no mires sus publicaciones porque él las oculto, busca mirar al menos la fotografía de alguno de sus perfiles..." Jaja... Afortunadamente la voz es chiquita y se acalla con facilidad cerrando las ventanas de navegación y por otro lado es más fuerte la voz que me dice "Gracias, pero prefiero permanecer tranquila, triste, pero tranquila, que leer en algún sitio algo que no me guste o que me haga pensar cosas que son o no son. Gracias."
¿Recuerdas que te había dicho que hubo muchas razones por las que me dolio que Juan quisiera andar con Marisol? (En la entrada Fluyendo ) Bueno, ya estoy lista para hablarte de otra de esas razones:
La verdad es que la siguiente razón no tiene ya mucho que ver con Marisol en sí: podría haber sido ella u otra y si las cosas se hubieran dado del mismo modo me habría dolido y molestado igual, el asunto es que no sabía con toda la certeza lo que me habia dolido y molestado con respecto al siguiente punto, y en realidad... aún no sé como bautizarlo, así que más bien te describiré el asunto:
Resulta pues que desde hace algún tiempo adopte la política de lo que yo llamaba "honestidad". Tiempo atrás acepte que la infidelidad era inherente al humano y que yo estaba expuesta a que se me fuera infiel, me constaba desde varios puntos: mi padre que le habia sido infiel a mi madre, las relaciones que veía romperse, y luego los chicos que se me acercaban, quienes casi siempre tenían novia y aún así pretendían algo conmigo. Me costo trabajo aceptar que la vida era así pero por fin lo acepte, aún así, pedi una sola cosa para sentir que se me hacia menos daño si llegara el momento en que alguien me pusiera los cuernos a mi: "cuentame todo", pedi.
Al principio, en mi papel de amante o sancho eso fue fácil: por alguna razón quien engaña tiende a mostrarse más verdadero con aquella persona que es su amante, o por lo menos eso era lo que yo creia. La verdad es que cuando descubria las mentiras de mis parejas no me dolían ni molestaban porque de cajón yo ya estaba predispuesta a que mentirian, asi pues cualquier verdad de la que yo me enterara ya era ganancia. ¿Se entiende esto?
El problema surgio cuando quise implementar esta misma política de "cuentame todo" con Berenice, quien para ese entonces era mi primera pareja formal o al menos la primera pareja con quien yo estaba dispuesta a apostar todo para sentir que podía llevar una relación normal (en donde yo no andaba con nadie más paralelamente, en donde mi familia conocia a mi pareja, donde saliamos y hablabamos de futuro... esas cosas): ese "cuentame todo" se convirtio en ciertas delimitantes que ni yo misma tenia claro para que las quería tener pero que sí tenía en claro porque habian nacido. Le dije a Berenice, "sólo no me mientas, ¿si? Si tú quieres andar con alguien más por mi no hay problema mientras me lo digas y entonces tenemos las cosas bien en claro".
Como notarás aquello era muy vago y ella lo interpreto como que yo queria andar con alguien más, y entonces sembre la desconfianza y el miedo, aún así, ella siguio la relación conmigo prometiendo que eso nunca iba a pasar y diciendome que ella sólo quería estar conmigo y yo confirmando lo mismo por mi parte. Conforme fue pasando el tiempo esa desconfianza y miedo comenzaron a dar su primeros frutos y ella empezo a salir con otras chicas siempre sin decirmelo, con lo que yo sentí que ella estaba faltando a ese trato implicito del comienzo en que le había pedido que no me mintiera y comencé a exigir verdad por aquí y verdad por allá, y llorando y sintiendome mal, según yo, porque dicha "verdad" no se me estaba dando. Hoy me doy cuenta que no era verdad lo que yo estaba exigiendo. Además, todo este tiempo había pensado que esa "desconfianza y miedo" ya radicaban en el corazón de Berenice y que por ello ella interpreto mis palabras de aquella manera y fue por esto que ella actuo como actuo, pero la verdad es que si bien a lo mejor esto era cierto mis palabras venian completamente cargadas de eso mismo: desconfianza y miedo, era natural que eso era lo que iba a crecer...
¿Por qué fue que le dije aquello a Berenice? ¿Por qué era tan importante para mí que Berenice me fuera "honesta"? La realidad era que yo no sólo le estaba pidiendo honestidad, no, lo que le pedía tambien era fidelidad... pero sin tenerlo yo misma en claro. En mi cabeza estaban mezcladas muchas cosas, por una parte me daba cuenta que mi padre, muchos de mis amigos, mis parejas con sus novias y Juan con Carmen habian mentido y mentian continuamente: Mi padre escondio a su amante como una simple compañera de trabajo, mis "amigos" (realmente no los verdaderos amigos) escondían a su sanch@ como amig@s nomás, mis parejas (chicos) con sus novias siempre me escondieron, me negaron o me llamaron amiga o una "chica con quien tenian mucho en común", mientras que Juan siempre dijo no sentir nada por mí mientras que sus acciones conmigo indicaban que algo no checaba con ese dicho... En fin... que después de todas esas "mentiras" yo lo único que quería era "honestidad", pero obvio no la obtuve o más bien realmente no obtuve lo que yo quería.
Conforme fueron pasando las cosas con Berenice mis exigencias se fueron haciendo más pero siempre escudadas por la exigencia de la verdad: la odie cuando metio a Adriana a vivir en la casa donde se suponía que Berenice y yo formariamos una familia, la odie cuando me di cuenta que su familia conocia Adriana, la odie cuando me entere que le daba dinero a Adriana mientras en casa faltaban muchas cosas, la odie cuando supe que la llevaba a su casa en el carro mientras yo me preocupaba porque Berenice trabajaba tanto y llegaba a la 1 o 2 de la mañana... y mientras la odiaba por todo eso y todo me dolia a ella le gritaba "ME MENTISTE! ME MENTISTE!"... y lo segui haciendo...
Lo seguí haciendo...
Berenice y yo nos metimos en una maraña de cosas en las que yo sentia que debia vengarme y ella tambien y terminamos relacionandonos con Silvia y Carmen respectivamente mientras que seguíamos reprochándonos, exigiendonos, sintiendonos culpables y al mismo tiempo con ellas buscabamos lo que entre nosotras no nos habíamos dado y les dabamos lo que entre nosotras no nos dimos haciendo más grande nuestro odio. Sí...
De ese modo un día me encontre escuchando a Berenice que me decía que a Silvia no iba a mentirle, que a Silvia iba a respetarla no andando con alguien más como no lo hizo conmigo, que a Silvia iba a darle todo lo que no me había dado a mí porque estaba arrepentida de todo lo que me había hecho a mí y que iba a enmendar sus errores... Aquello... me destrozo el corazón, dije "¿y por qué se lo das a Silvia y no a mí? ¡Damelo a mí! ¡A mí fue a quien le hiciste el daño!" pero sólo lo dije interiormente, a Berenice sólo la seguí tildando de mentirosa: "Sigues siendo una mentirosa" le dije, sin saber realmente lo que realmente quería decirle...
Paralelamente, sin estar muy conciente de ello yo hacía lo mismo con Carmen de hecho. Berenice se quejaba en su tiempo de que yo no le expresaba mi amor, así que con Carmen me dedique a expresar y expresar y llamarle amor a aquello que expresaba. Berenice se quejaba de que yo le daba más tiempo a mi diario o a los amigos que hacia por internet que a ella misma (lo cual era mentira) y yo, sintiendo culpa decidi darle toda mi atención a Carmen... En fin... cosas de ese estilo... ¿por qué lo hice?
El asunto ha sido que no aprendi mi lección hasta ahora, con Juan, quien dicho sea de paso... fue persona clave para que yo le hiciera justo aquella exigencia a Berenice en el principio de este enredo... (por no decir que fue él el verdadero causante de que yo quisiera "verdad" y "honestidad" precisamente).
Meses antes de conocer a Berenice yo apenas había pasado por una situación para mí muy determinante con Juan: Después de muchos años de que ninguno de los dos admitia primero que nos gustabamos, después que nos sentiamos atraídos al otro, luego que queríamos tener relaciones con el otro y por último que quizás estabamos enamorados del otro... Entre nuestros ires y venires, entre los relajos que nos armabamos diciendonos todo sin confesarnos nada, por fin hicimos algo que para ambos ya era dificil de negar u ocultar: tener relaciones sexuales...
A lo mejor me digas, ¿y eso qué? Todo mundo tiene sexo... es algo tan simple, en estos tiempos ya no tiene ninguna importancia... Bueno, pues para nosotros la tenia, mucha. Juan y yo... eramos -o somos, no lo sé- de esa especie rara que aún le daba peso a esas cosas.
Dejame hablarte de quienes eramos nosotros: Juan y yo creíamos en el compromiso, en la lealtad, en el honor, en la fidelidad, en lo correcto: él más que yo, de hecho. Solía hablarme de todo eso como algo solído, que se debía respetar...y yo por mi parte solía burlarme por lo ceremonioso que hacia sonar todo siendo que para mí lo único con lo que funcionaba el mundo era el amor... Cuestionaba sus discursos porque... yo todo eso lo traía en mí, pero no sabía su nombre así pues cuando lo miraba hablar de los sentimientos tan "tieso", tan serio, tan "obligado" a mí me daba risa, porque yo era tan ingenua que creía que esas cosas eran naturales e inherentes al humano, que todos las teníamos y nadie debía enseñarnoslas, y si la gente no se conducía bajo ellas era porque se les habia olvidado, la cosa era hacerles recordarlas... Aja... así era yo... y sí, así era él...
Me encantaba platicar con él porque nos haciamos rabiar el uno al otro: cada uno pretendía enseñarle al otro como pensar o decir las cosas y nos haciamos repelar, pero la realidad es que ambos hablabamos de lo mismo en distinto idioma, y cuando yo alcanzaba a ver eso sólo podia reirme y darle la razón lo que él creía como que le estaba tomando el pelo o simplemente juzgaba que yo era una chica desequilibrada e indecisa... y sobre ello yo sólo podia reirme más: me decía, oh! quien lo entiende? ¿no era que quería convencerme de su punto? ya entendi! es lo mismo que yo le decía pero en distintas palabras, cuando se dará cuenta de ello?
Y sí... visto desde ahí... es muy fácil darse cuenta porque nos costo tanto trabajo admitir que nos gustabamos y porque tuvimos tanto conflicto la primera vez que nos besamos...
Nuestras pláticas eran tan retadoras y gratificantes que aunque yo -supongo que él tambien- ya sentia que me gustaba no podía decir que así era y menos demostrarlo puesto que yo lo creía casado... ¿cómo ir en contra de todas las cosas en las que creía?¿cómo olvidar esas cosas inherentes que yo hasta ese momento no habia olvidado? Y él por su parte, aunque con los años me confeso que mucho de lo que hizo lo hizo consciente (como buscar conocerme -porque él ya me había visto pero no me hablaba y yo a él simplemente no lo tenía en el radar-) sus aprendizajes eran demasiado inquebrantables: ¡no! ¿como traicionar sus creencias?
Un sólo beso -cuando sucedió- era romper con lo que eramos... asi que fue más fácil decirnos y decir que había sido un beso dado desde la admiración o desde la estima o como él lo llamo "un regalo"... Y así, todo aquello que fue sucediendo en consecuencia termino catalogandose de la misma manera: él y yo no nos gustabamos, nos estimabamos, nos caíamos bien; a él y a mí no nos interesaba andar con el otro, sólo queríamos darnos lecciones, queríamos que el otro aprendiera; él y yo no nos extrañabamos lo que pasaba es que nadie más entendía nuestros chistes o nuestras pláticas... Contestame tú: ¿con que ibamos a respaldar el que hubieramos tenido sexo? ¿Con que ibamos a esconder el que él me había preguntado si lo amaba? ¿Con qué iba yo a tapar el que yo quisiera andar con él? ¿Con que?
Para mí ya no hubo vuelta atrás y tuve que admitir las cosas, pero Carmen nos dio el pretexto perfecto para seguir sin arriesgarnos a cagarla solitos: su autoaataque telefonico y por correo electrónico del que me hicieron responsable...
Por el momento no voy a sacar a relucir el daño que aquello me hizo sino el bienestar... Ciertamente yo también era una cobarde, y ciertamente había algo mal en mí que daba la pauta para sospechar que yo dejaría a Juan por alguien más... Lo amaba, pero no lo suficiente, y quise saber porque y por todo aquello que sentí al estar con él tuve que admitir que me gustaban las mujeres... pero igual al admitir esto no resolvia todo en mí porque segui escondiendome, seguí mintiendo...
Admiti que me gustaban las mujeres pero aún estaba confundida: ¿entonces que era lo que sentia o habia sentido por Juan? Afortunada o desgraciadamente el suceso por el que me aleje de él (el autoataque de Carmen) me dio la pauta perfecta para seguir sin admitir que yo estaba enamorada de él y por tanto pude creerme que era lesbiana o al menos dudar si lo era...
Así pues, pocas semanas después de la última pelea con Juan yo ya habia estado platicando con chicas en un chat en busca de una novia, mes y medio después de dicha pelea yo estaba teniendo sexo con un amigo para convencerme de 1.- que el sexo no importaba y 2.- que a mí no me gustaban los chicos, y por último dos o tres meses después ya me había hecho de una novia, cibernetica, pero al fin novia. (Respondeme: ¿aquél tiempo transcurrido era suficiente tiempo para o haberme saneado, para admitir mis miedos y para yo ser honesta con lo que quería?)
Pase tres meses con ella descubriendome y gustandome, hasta que necesite el contacto fisico y quise tener una novia "real", pero no sólo queria que fuera "real" tambien queria que fuera todo aquello de lo que había carecido hasta ese entonces y sin querer -y sin saberlo- deposite en Berenice todas aquellas exigencias hacia Juan que había tenido retringidas, todos mis deseos de como quería que fuera mi relación con él, así como todo aquél amor y devoción que a él no pude darle... Pero lo deposite sin tener en cuenta que Berenice era otra persona y sin tener en cuenta que por ello tenia otra historia y además sin comunicar nada de esos deseos ni de esas exigencias y peticiones mias más que con un "sólo no me mientas"...
¿Alcanzas a ver cuan grave es esto? Quizás no...
El problema no fue solamente mi falta de valentía y coherencia al esperar que alguien que no era Juan me diera lo que él no pudo, supo o quiso darme, fue también la poca claridad e incomunicación que tuve hacia Berenice y más grave aún que tuve hacia mi misma.
¡Si tan sólo me hubiera dicho a mí misma, tantas cosas! Si hubiera admitido que mis creencias y mis acciones y las de Juan nos impedian arriesgarnos... y si hubiera admitido que nuestras cobardías, y nuestras renuencias nos (me) habían hecho tan vulnerables que tan sólo queríamos llegar a buen puerto y ser amados, escondidos y mimados... sin preguntarnos ni retarnos en absolutamente nada... Si tal vez hubieramos admitido eso, SI TAN SOLO YO hubiera admitido eso, al menos me habría ahorrado 5 años de errores uno tras otro... Si tan sólo hubiera admitido mi miedo y mi confusión... y si tan sólo hubiera querido corregirlos... pero no quise... Bueno... no es que no haya querido: el miedo me ofusco.
Hoy te puedo confesar que el día que tuve relaciones sexuales con Juan por primera vez tuve miedo de mi misma: Había esperado tanto por aquél momento, había querido tanto aquello, que cuando lo vi consumado me pregunte si no era que había hecho todo, todo, como lo había hecho para llegar a ese justo momento en el modo en que habia sido, que ruin era, que alevosa, que mala... Asimismo tuve miedo de Juan: ¿cómo si estaba casado se había permitido esto? ¿realmente era una persona digna de confianza? Luego... tuve miedo de los dos: ¿esa combinación de alevosia con traición realmente podría funcionar bien? ¿cuanto tiempo pasaria para que uno le sacara los ojos al otro? Me senti tan mal que necesitaba alejarme de ahí y Carmen me dio el pretexto necesario y en dos años no supieron nada de mí...
Mientras tanto el miedo siguio en mí, por que esos miedos que tenía de Juan los translade igual a Berenice: ¿cuanto tiempo pasaría para que ella no me engañase? ¿cuanto tiempo pasaría para que Berenice me mintiera como Juan lo hizo con Carmen? Y estos eran miedos tan profundos que sólo alcance a pronunciarlos a ellos dos y ninguna otra cosa importo, y aún así no los pronuncie ni bien puesto que sólo pedi "no me mientas"...
De ahí mi siguiente error ademas del miedo fue la falta de comunicación, o la claridad de comunicación y la falta de palabras para describir lo que quería. Hoy entiendo que mi petición de "no me mientas" fue nacida desde mi ingenua suposición de que si Juan hubiera dicho la verdad desde el comienzo todo habria sido más fácil para todos, pero nunca conte con que él tambien tenia miedo, es más, como seguro ya lo notaste "miedo" no era una palabra que para mi tuviera tantas connotaciones como las tiene ahora.
Y hoy, después de una Adriana, una Silvia y una Marisol me doy cuenta de mis grandes errores..., de mis grandes faltas, principalmente la de claridad...
¿Sabes? Juan y Berenice cumplieron muy bien con el dicho de no mentirme, de hecho hasta podrías juzgar que se pasaron de honestos en un momento. Berenice por su parte ya no pudo ni quiso mentir después de haber sido descubierta una tras otra y Juan... muy lindo él, decidio por su cuenta no mentirme tras haberle mentido tanto a Carmen. Todo muy bien hasta ahí. ¿Que fue lo que me hirio entonces si la "honestidad" estaba cubierta con ambos? Hasta ahora, con lo que paso con Marisol, entendí... ¿Recuerdas que al comienzo de esta entrada te dije que no me asomo al blog ni al perfil de Juan por no querer encontrarme con algo que no me guste? Bueno... esta es la cosa...
Mi aparente "libertad" está formada por tantos escudos que preste tanta atención a los escudos que me olvide de aquello que queria proteger y de que los ataques podían llegar por los huecos que dejan esos escudos, esto es: Me dicen "eres tan liberal que pareces sacada de una película" cuando me preguntan que si yo perdonaria una infidelidad y respondo que sí, o cuando me dicen que si yo haría un trío, o que si yo permitiria que mi novi@ anduviera con alguien más... e igual respondo que sí... Parece tan fácil, ¿no? pero decidi admitir todo esto no sólo por admitir que por ejemplo me gustaría un trio o que me gusta la adrenalina de que mi novi@ ande con alguien más o porque respeto que yo tal vez no pueda cumplirle todas sus necesidades a mi novi@, o porque esté un poco a favor del poliamor (sí, dije un poco)... No... Acepte todo esto, paradojicamente para proteger mi idea del "amor único" y por temor a perder dicho amor si no admitia esas ideas en mí.
Juan me lo decía muy sencilo "no me importa que ames a alguien más mientras a mí me ames más que a ninguno"... que tonta y linda frase, ¿verdad? Tonta porque esconde algo muy simple: el miedo a ya no ser amad@ y el miedo a que nos abandonen... pero en lugar de expresar eso expresa que esta dispuest@ a que la otra persona este con cuanta persona él o ella considere necesario mientras que a uno se le siga amando. Es decir, la frase expresa la disposición a sacrificar un poco de su bienestar en pro de no perder... Mientras que es "linda" para la otra persona mientras que le permite joder... aunque tambien es linda si quieres darte cuenta de los miedos que esconde...
Esta frase es equiparable a muchas de las que yo le dije a Juan como "puedes hacer lo que quieras mientras no seamos nada" (aunque siguieramos sintiendo que lo eramos todo o al menos yo sintiera que él lo era todo para mí), o mi eterno "sólo dime las cosas" jajaja... Cómo verás yo soy menos poética y mis frases de este tipo no denotan tanto como la de él...
En fin... lo dañino de esto surgio en el momento en que "hacer lo que quisiera" se convirtio justamente en eso y el "sólo dime las cosas" se convirtio en venir a contarme sus problemas y esperar que le ayudará... Y digo... finalmente, ¿quien puede culparlo? Al menos yo ya no. Él simplemente tomo las cosas como eran, totalmente en sentido literal: Yo jamás exprese lo que realmente quería ni lo hubiera hecho aún diciendole "no me importa que ames a alguien más mientras a mí me ames más que a ningun@"... de hecho sospecho que ni él mismo expresaba lo que realmente quería al decirme eso, pero esa es otra historia...
De este modo fue como de pronto, cuando él esperaba consejos de mi parte yo me sentí herida, fue así como al enterarme de que se estaba gastando cuantiosas sumas discutiendo con ella por celular
me sentí enojada, fue así como al ver públicadas cosas bonitas de él hacia ella me sentí atacada y fue así como al darme cuenta que le estaba dando las cosas que yo había estado esperando todo este tiempo... no pude menos que sentirme traicionada...
Hoy, basada en lo que él me dijo (no en lo que le dijo a Marisol o a Carmen) pienso que estas acciones él las veia como naturales, simples, lógicas: sin importancia. En su cabeza se acomodaron las cosas así: si Gabriela dice que Marisol tiene razón en sus exigencias entonces debo cumplirselas, si necesito hablar con Marisol y la única manera es por celular pues es lo que voy a hacer, si Marisol dice que le publique en su muro y se supone que somos novios lo más natural es que le diga cosas cariñosas, si Gabriela dice que debo asumir la relación y vivirla bien para aprender lo más lógico es que la haga pública y la viva...
Jejeje... No te lo puedo negar, miro esa lógica y me duele y molesta... pero ¡es tan jodidamente congruente! Y sin embargo... no sé si así haya funcionado el cerebro de Juan por lo que termina siendo una mera suposicion. Aunque eso sí, me sirve para explicarte mis errores de comunicación.
¿Sabes? Es que hablando más terrenalmente mis frases, mis escudos, no son sólo para proteger la idea del amor unico (concepto que tendria que explicarte) sino más bien para protegerme de la traición y mira, justo de lo que me protegia fue lo que provoque y todo por no hablar claramente.
Eso de "amor único" es para mi ese amor limpio, en el que te enamoras de una sola persona y le eres fiel, honest@, respetuos@, claro, etc, etc. Sin embargo por lo que vivi tuve que modificarlo y darme cuenta que ese "amor unico" estaba expuesto a las mentiras y la traición, y entonces formule ciertos permisos o reglas para poder al menos mantener su esencia que era eso de "ser para una única persona" (entendido como ser enter@ para sólo una persona, o amar más que a nadie a una sola persona).
Esos permisos o reglas fueron:
- Poder andar con alguien más mientras se respeta el espacio de la "persona única", mientras se respetara aquellas cosas que sólo a ella le habias dado como son: momentos precisos que se volvieron recuerdos compartidos y únicos, palabras, canciones, promesas... esto es: a nadie más puedes prometerle lo que a mí me has prometido, a nadie más puedes decirle las palabras con las que a mí me conquistaste, no puedes recrear un momento que has vivido conmigo para conquistar más fácil a la otra persona... y así., apegado a eso tampoco puedes utilizar nuestras experiencias para conmover a la otra persona y que te sea más fácil su conquista por envidia o deseo de tener lo que tú ya le diste a tu "persona única".
- Con respecto a las promesas no sólo no puedes prometerle a otra persona lo que a mí me has prometido sino que las promesas que a mí me hiciste debes cumplirmelas a mi y si le haces una promesa semejante a la otra persona primero debes cumplirme a mí. Asimismo los derechos que tú y yo nos hemos ganado por nuestros esfuerzos tales como la confianza, el asistir a ciertas reuniones, la posesión de ciertos bienes materiales, deben ser únicos, irretirables e intransmisibles esto es: si requieres de darle una casa a la otra persona que no sea la mia, o que no por darle confianza a la otra persona tengas que dejar de creerme a mí...
- Asimismo aquellos errores que has tenido con quien consideras tu "persona única" debes corregirlos con la persona y no buscar pagarlos con la otra persona con quien deseas andar o andas para redimir tu culpa. Tampoco puedes respaldarte en esos errores para justificar tu relación con la otra persona: si quieres andar con alguien más procura hacerlo por cosas correctas como son su forma de ser, sus virtudes, por ayudarte a complementarte no porque estés huyendo de los errores de tu "persona única".
- Apegado a lo anterior no puedes crearle defectos a tu "persona única" para que te sea más fácil la conquista de la otra persona: si tú elegiste a la "persona única" y estás con ella es tambien por razones buenas por tanto debes defenderla y estar orgullos@ de tu relación con ella aun cuando quieras sumarte otra relación.
- Si, puedes llegar a amar a la otra persona: de hecho eso podrá demostrar tu nobleza, puedes compartir cosas lindas con ella y darle cosas lindas, pero siempre tienen que ser distintas, únicas y jamás estar por arriba de aquellas que le has dado a tu "persona única", antes más bien, deberan ser iguales.
- Asimismo debes fomentar el respeto entre tu "persona única" y tu otra o tus otras relaciones. No debe haber insultos, ni indirectas, ni ataques, por ninguna de las dos partes: esto se lograra no sólo respetando el espacio de cada relación, sino también valorando a cada una por las razones por las que estas con ellas. Cuando un ataque, insulto o indirecta se da por alguna de las partes es porque simplemente nosotros mismos no hemos sabido ni resguardar los limites ni fomentar el respeto.
Todo esto implica un compromiso. Creo que justamente es esto a lo que la gente se refiere cuando hablan de compromiso, salvo, claro está, que la gente normal no admite a una tercera persona, pero se habla de fidelidad y lo que se espera es que todo lo que se le da a la pareja solo sea de ella. En fin... creo que me entiendes.
Y bueno... todo esto fue lo que me falto decirle y pedirle a Juan, porque justamente esto era todo lo que yo quería: No me importaba que anduviera con Marisol mientras no quisiera justificar el andar con ella en un error mio, esperaba de hecho que esos errores me los dijera a mí para trabajarlos, solucionarlos y seguir adelante. Quería tambien que esos derechos de publicar cosas bonitas me los diera a mí, porque según yo era yo quien se los había ganado siendo que se suponia yo era la "persona unica", la persona a la que él amaba. Tambien quería que respetara los bienes materiales, aún siendo su dinero, por qué? Porque el dinero que él estaba gastando en pelear con Marisol por celular era dinero que él estaba perdiendo para poder llegar a las metas que se habia propuesto y regresar conmigo y formar el patrimonio del que hablaba y que se suponía queria compartir conmigo. Quería igual que me hablara bien de ella para yo entender las razones por las que queria estar tambien con ella en lugar de decirme que estaba loca y que era una "absorbente" y así fomentar mi confusión, mi vanidad y mis burlas de las que él luego se escudaría y me echaria bronca (sí, yo sé que eso podía haber provocado un poco de envidia y celos de una u otra parte, pero a la larga si las dos estabamos concientes de nuestras propias virtudes y las razones por las que él estaba con nosotras, eso se hubiera arreglado). Queria pues que él fuera más maduro y se hiciera responsable de sus acciones. Pero ya se sabe que ser responsable significa responder por lo bueno o malo que uno hace y esto implica no sólo aguantarse las consecuenciala sino solucionar los errores y bueno, esto último nunca nadie lo quiere hacer... porque cuesta un chingo (la gente es floja), prefieren pedir perdón o aguantarse a que los odien en lugar de arreglar y compensar.
No sé que te parezca mi politica... Si antes no te la había dicho y no se la había dicho así a nadie es porque hasta ahora entendí que así es como debo decir las cosas. Ya sé que estoy loca, pero esto lo cree a razón de que acepte que el amor estaba expuesto a la infidelidad y la traicion y creí entender que estos eran consecuencia de que todos estamos compuestos por tantas cosas que nos es necesario relacionarnos con mucha gente y que a esa gente le podemos tener un cariño especial tanto que podemos llegar a llamarle amor, aun cuando resulte distinto al amor único. Sin embargo, la necia que habita en mí, o la soñadora si quieres llamarle así, aún piensa que la fidelidad existe y que quizás algún día yo la puedo tener... mi problema es que... ya no sería con Juan, mi amor único... y en la resignación de ello todavía estoy trabajando (de hecho esta entrada forma parte de la limpieza que estoy haciendo).
Y bueno, de las cosas buenas que aprendi de todo esto es que el miedo es el sentimiento más cobarde de todos y como cobarde se esconde tan bien que además de ser el rey del disfraz se puede esconder en las cosas que uno cree más inocentes: que horror. Yo pase más de cinco años tratando de entender que chingados era eso que me impedia tener una relación sana y que chingados era aquello que me impedia estar con Juan y chingar más que avanzar. ahora que ya lo entendí y que ya lo encontré... ¿de que sirve? Yo para Juan me converti según él en sólo una amiga... y sabes? Hay formas en que puedes romper el compromiso por el que te sujetas a las reglas que te exprese antes, y una es justamente que la veas como amiga. Cagado...
En fin... Hasta aquí la dejamos por hoy. Por cierto, la entrada debería llevar por nombre "miedo" pero le dejare de titulo "esto sin nombre" para que quien llegue a este punto, si identifica alguno de sus sintomas con los míos entienda que eso a lo que no le ha puesto nombre se llama justamente miedo. De como combatirlo luego hablaremos, no es tan fácil como sólo admitirlo y enfrentarlo, la verdad que no.
Bueno, te mando un beso y te dejo este video para ilustrar todo esto. TE QUIERO!!
Lenin, jueves 10 de marzo al sábado 12 de marzo 2011, 19:06 (hora sábado)