Podemos decirnos que el dinero y una buena posición nos hará felices y entonces nos lanzamos a conseguirlo: ahi está el qué. Luego, puedes decir que eso lo conseguirás matandote en el trabajo y entonces basas tú vida en trabajar y trabajar... y ahi está el cómo. ¿Pero cuando decides que ya eres feliz? Hay cosas dificiles de medir... y aún más: hay cosas que uno cree medibles y por más que cree que lo son las circunstancias siempre se encargan de demostrarte cuan equivocad@ estás.
Y aquí empieza el meollo del asunto que me trae a escribirte aun a sabiendas de que tengo otras cosas que hacer (pero pues, quien me manda a no poner limites y dejar que la gente se apropie de mi tiempo poniendo en él compromisos a los que yo no quiero comprometerme). Me doy cuenta que yo mi felicidad la base en una persona. Quise encontrar al hombre ideal que me complementara y me conquistará, que me dijera "eres tú"... y cuando al fin lo encontré ingenuamente creí que la vida es como los cuentos de hadas o las telenovelas y pensé que ahora mi vida estaría completa. La vida no tardo en demostrarme que las cosas no eran así de simples con ella, e igualmente me llevo por otros caminos que me dieron felicidad inesperada...
Seguí creyendo que esa felicidad sería para siempre y como no lo fue se me rompio otro pedazo de inocencia, pero en efecto he seguido creyendolo, vana y estúpidamente debo agregar: ¿cómo o por qué o para qué debemos basar nuestra felicidad en algo ajeno o externo? No lo sé.
Hoy de nuevo caigo en ese laberinto, gracias a J (aquí viene lo mundano de la reflexión de hoy). Crei que una vez que yo me decidiera a estar con él únicamente, todo se arreglaría. Me creía culpable de todos sus desequilibrios, de sus dudas, de sus desconfianzas, de sus suspicacias, y creí que trabajando en aquello que las provocaba, él por fin podría ser el hombre que siempre he creído que es (ese noble, sincero, fiel, valiente, defensor, trabajador, protector...) pero como siempre me equivoque
La verdad es que mucho más tardó en decirme por ultima vez "yo no quiero ser tu amigo", refiriendose a que él quería ser mi pareja, que una vez decidida yo y aprendidas mis lecciones él me dijese "es que me gusta Marisol" - "M" de aquí en adelante (...)
He querido venirte a llorar y querido venir a maldecir ese hecho, porque en efecto creo que te tengo como saco de maldiciones, pero en su lugar solamente me llega la filosofia de que "no importa cuanto maldiga yo, cuanto repudie a M o a J, cuanto pudiera aferrarme a él y decirle 'no te vayas' 'no andes con ella': eso no cambia el hecho de que él tenga sentimientos hacia ella"...
Y en efecto, nada de lo que yo diga cambia el hecho de que a él le gustase ella, menos el hecho que, desde que nos conocimos todos, ellos se coquetearan aún cuando muchas veces lo niegan. Menos cambia el hecho de que él quiera andar con ella para saber sabe Dios qué (a últimas fechas dudo que siquiera Dios sepa que busca J). Nada de lo que yo diga cambia nada con él.
Nuestra vida ya era complicada sin terceros de su parte... aunque ahora que lo pienso, ¿cuando no ha habido terceros entre los dos? Al principio era C andando con él -ninguno de aquellos con los que yo andaba resultaban como terceros pues en el momento que él aparecia yo dejaba todo para estar con él-, luego B andando conmigo, luego C andando conmigo ( o sea, chale) y ahora esto.
Siempre creí que yo era el problema: antes de salir del closet me carcomia la conciencia el preguntarme porque carajos no podía decirle siquiera que me gustaba; negando que estaba en el closet me carcomia la seguridad de que si andaba con él lo engañaria con el primero que pasase y yo ni siquiera sabria porque lo iba a hacer; una vez salida del closet me carcomia la culpa de no amarle lo suficiente, de no ser solamente para él, pasando por la vergüenza de estar partida en dos; asumiendo la vergüenza de estar partida en dos me sentí inmerecedora de su amor que sólo me amaba a mí y por esa vergüenza me decidi a renunciar a él; en la renuncia a él se me demostro que mi vergüenza no ayudaba en nada y tuve que aceptarme, y sorpresivamente eso dio paso a sentir que me lo merecía; hecho esto únicamente faltaba arreglar lo "malo" en mí: tener tiempo para él, apoyarlo en sus cosas, ajustarme a sus necesidades... en fin; encaminado todo esto tuvimos un par de meses bonitos hasta que me dijo que M decia querer más que una amistad con él y él queria andar con ella. Que cosa más patetica la mía
Lo criminal no fue eso, a decir verdad, sino descubrir que el dicho de M (de que le gustaría más que una amistad con él) fue propiciado por él mismo, contandole verdades a medias sobre la situación conmigo o mentiras plenas... aunque a estas alturas ya no sé si las verdades a medias y las mentiras plenas tambien fueron para mí.
¿Cuales fueron esas mentiras? Bueno, para empezar le dijo que no veía posibilidades de regresar conmigo... Y yo acá me tragaba el cuento de que estabamos trabajando en todas aquellas cosas que nos impedian estar bien con el otro y hasta en la inocente creencia de que lo estabamos logrando. Luego tambien, estaba la mentira de que él y yo ya nada teniamos que ver... Y yo acá, estúpidamente volvía a atreverme a decirle "te amo", porque además él me lo decía, y según yo me lo demostraba con llamadas y mensajes y el regalo de Jonathan... y finalmente decidi ya no saber más de aquello que le había contado pues estaba segura de que para conseguir que ella le hiciese caso él tendria que haber hablado mal de mí, aunque ahora que lo pienso mis propias acciones "tan incorrectas" para la mayoría son suficiente para pensar mal: ante los ojos de la mayoría muy poco se saca bueno de mí. Pero bueno, yo sé que mis ideas son más bien como un plato exotico (hay que encontrarles el gusto jajajajajajajajajajaja)
En fin, no, no creas que me siento acomplejada, esto ya no es contra mí: soy una persona distintisima a lo que podrias haber conocido, me hicieron y rompieron el molde jeje. Esto más bien me duele por haberme conducido con mentiras en mi trayecto: si yo hubiera sabido que J tenia otra opción además de mí tal vez al momento de aceptarme no habria ido en su búsqueda sino más bien en la búsqueda de alguien más. Hoy me siento atorada, atascada, "sin aceite", no tengo el impulso de buscar a ninguna mujer y menos el impulso de buscar a otro hombre: tengo el impulso de quedarme aquí, quieta, mirando como él consigue o no consigue encontrar eso que no sabe ni siquiera que es, tengo el impulso de mirar morbosamente cada paso, cada caída, cada elogio, cada maldición, cada ida y venida que se produce entre él y M. ¿Cómo fue que esto pasó?
Antes, bastaba a lo más un mes para ir en búsqueda de alguien más o abrirme a la posibilidad de conocer a alguien nuevo. Nunca olvidaré que así fue como conocí a Luis o a Adán, y no puedo olvidar que aún cuando con este último no pasamos más allá del coqueteo su sonrisa me llenaba el cuerpo tan indescriptiblemente que aún ahora cuando lo recuerdo, sonrío.
Sí, a veces me creo sin derecho a reclamar: yo he tenido tantas experiencias y J... muy pocas. A veces pienso que debo creerle cuando me dice que quiere vivir esto para no preguntarse jamás "que habria sido si..." una vez ya estando conmigo de lleno, pero lo que me golpea más es ¿por qué entonces se empeña en mandar a la chingada la relación con M cada tercer día o cada 5 horas?
Creo que... lamentablemente el hecho de que J me haya puesto las cosas así hace que mi relación con él dependa un tanto del resultado que obtenga de la relación con M. Primeramente su oración en la que dijo que queria vivir esto para no tener que preguntarse que hubiera sido... una vez estando conmigo, pero, ¿cómo puede vivir algo que manda por un tubo cada 5 minutos? El problema de que no lo viva no es que no lo viva sino la dependencia que ha hecho de vivirlo para estar bien conmigo: es como si el hecho de triunfar con ella hará que triunfe conmigo.
Su miedo ha sido transferido a mí: la verdad es que me pregunto ¿y si eso que está buscando con ella no lo encuentra porque no lo vive, seguirá buscandolo en otras partes? o si no lo encuentra ahora porque no se atreve a vivirlo, ¿seguirá buscandolo día con día, año con año hasta que lo encuentre? Esto significará mucho más tiempo sin jamás atrevernos a vivirnos nosotros! Pero... igualmente tampoco puedo instarlo a que nos atrevamos él y yo sin ya dejar que nadie más se meta entre nosotros, porque él necesita vivirlo, quizás para entender más el mundo y quizás para entenderse más él mismo (y sabes? las relaciones son de dos), más aún esto es cierto si fue él quien lo busco.
Y esto se vuelve más horrible cada vez... puesto que si ha necesitado de ello lo más probable es que haya cosas en que yo simplemente no le complemente, cosas que yo llanamente no puedo darle. ¿Pasó asi conmigo cuando yo decidi estar con B?No... y sí... Sabía que había algo en mi que me impedía estar bien con él: la primera vez que le dije "te amo" lo senti verdadero pero no sólo lo senti como traicion a alguien más sino tambien insuficiencia de amor hacia él y entonces tuve que aceptar ni gusto por las mujeres, en ese entonces de la chica con la que no quería atreverme jamás a estar y mis razones tenía, pero entonces, casi inmediatamente, entendí que esa era la razón por la que mi amor lucia insuficiente y le di la razón para preferir a C sobre mí, al tiempo que me resigne de que no me amaba y yo debia encontrar a quien darle todo el amor que a él le tocaba, así entonces, decidi experimentar mi lesbiandad al tiempo que le daba a alguien más el amor que a él no le podría dar. En resumen: habia algo mal en mi, lo localice y el tiempo y las circunstancias me regresaron a estar con quien yo quería estar... y regresamos a la actualidad. ¿Podría ser esto mismo el caso de él?
En efecto... esto regresenta más años por delante... si lo mio tomo cerca de 5 años... ahí nomás haz tus cuentas... y si él... ¿no encuentra nada y por tanto esto vale madres? ¿y si él lo encuentra todo y yo lo pierdo?
"Perder" eso suena tan lastimero... y eso me choca... Eso tampoco me gusta... Luego tambien debo aceptar que empeñarme en que J viva esto es una locura mía, porque pienso que él debe aprender ciertas cosas con ella: debe ver los errores en sus relaciones pasadas (incluyendome)... algunos que generalmente vienen de la apreciación, debe aprender a poner límites justos en los que no le falte el respeto a la otra persona pero que no por ello se falte el respeto a sí mismo, debe aprender a amarse con o sin la otra persona ( o lo que es lo mismo debe de aprender a distinguir que no todo es su culpa, a dejar de tenerse desprecio u odio al mismo tiempo que distingue que la culpa puede no existir en lo absoluto: a veces las personas son como son y nadie tiene la intención de chingar).
¿Se alcanza a ver lo que me molesta y lo que me lastima? Creo que no es sólo el hecho de que él tenga que vivir esto y que me afecte: es que quisiera que no lo hiciera! Y añoro estar dstraida en otra cosa: un amor pasajero, mis intereses de siempre (escribir, dibujar, leer, pasear sola, observar), nuevos amigos... cualquier otra cosa que me haga sentir que yo no me quedo quieta mientras él sí está viviendo (en su pequeña o gran medida)...
Que mal...
Y en fin que todo esto me llevo a pensar en la felicidad y en el hecho de que realmente no es ella lo que importa si no el qué consideremos nosotros que nos hará felices y el cómo lo obtengamos, porque solo eso dará significado a nuestras vidas y probablemente a nosotros mismos. En mi caso mi vida significa una espera añosa (enferma de años, larguisima) porque lo que me haria feliz es estar con él, y yo significo... una mujer que se ha aferrado a tan sólo una persona y nadie más... ¿Qué cosa significas tú? ¿Será que esos significados se puedan cambiar?
Un beso, amigo.
Lenin, lunes 24 de enero del 2011, 23:36.
