viernes, 6 de agosto de 2010

De tristeza y alegria

Hay días en que me muevo entre la alegria y la tristeza: hoy es uno de ellos. Juan me mando mensaje anoche, por primera vez después de haber terminado conmigo para decirme que estaba conectado... Eso en su lenguaje significa, conectate y platiquemos! Aunque claro, él pocas veces pide las cosas. Estaba trabajando con Carmen, así que tampoco queria desatender ese asunto, y me conecte aunque no pude hablar con él por estar en la computadora haciendo otras cosas. Sin embargo, es cierto, no lo puedo negar: se me ilumino la cara de ver el mensaje y de encontrarlo en msn.




Y sabes? Me alegra poder mandarle mensaje sin tener la carga de pensar que me está despreciando, me gusta saber que mis mensajes los lee con gusto y al menos eso me produce alegría... Lo malo es que no nos hablamos ya... con ese tono cariñoso que lleva el saberse novios, aún a distancia, y eso, sí he de ser franca me entristece, extraño esa parte, aunque muchos digan que realmente no hay diferencia.




No hay diferencia? Tú lo crees así? Hoy miro lo dificil que es llevar una relación a larga distancia: no sólo deseas que la persona este junto a ti y poder sentirla y oler su aroma y escuchar su respiración y alegrarte con su sonrisa... sino que tienes que luchar con el hecho de que los tiempos no coincidan y que no siempre pueda estar para ti. Entiendo la desesperación en que Juan cayó para decidir que quería terminar conmigo (por enesima vez), esa en la que no es fácil querer que la persona este a tu lado y ella tenga otras cosas que hacer y tú te quedes con la frustración de no haberla visto además de los deseos de leerle o escucharle, y por si fuera poco, con las ganas de ser escuchad@ y con la inseguridad de si la otra persona sentira al menos una minima parte de lo que uno siente.




Sí, entiendo. Yo tambien lo he sentido, y ha sido por él, pero yo trato de pensar en otras cosas, cosas positivas, de vivr el momento en el que estoy y pensar que él está haciendo lo mismo, mientras camino por la calle o hablo con alguien más, pienso: "ahora debe estar cortando fresas", "ahora debe estar raspando la parrilla" "ahora debe estar lavando otro plato" " a lo mejor le mandaron por algo a la bodega" y muevo a Juan en mi escenario imaginario dentro de los lugares que él me ha platicado y pienso que habla con fulanito y sutanito de quienes realmente no sé su nombre, intercambia palabras en inglés y a veces en español y suelta una gran carcajada, a veces falsa, a veces verdadera, y ahí está Juan, viviendo mientras yo vivo. A veces lo pienso dormido... a veces lo pienso esperandome frente a la computadora y esa es la única imagen que me desespera, porque yo no estoy para estar con él.




Es dificil una relación a larga distancia...




Y si he de ser franca no sé que opinión tengo al respecto. No sé. Cuando estamos de este modo esa desesperación de no estar para estar con él disminuye y puedo estar más tranquila pero extraño sus palabras, las lindas, el modo en que pronuncia mi nombre cuando habla por telefono: pareciera que despega los labios y me atora entre sus dientes y me mantiene dentro de él, y cuando salgo, vengo ungida de dulzura, deseo y amor, las sarcasticas y las graciosas, que vienen con burla y me hacen reir y cuentan chistes y buscan hacerme cosquillas y me imagino que con sus dedos pica mis costillas para hacerme reir aún más... Extraño ese otro modo de hablarme que lo hace más intimo... pero... la desesperación de no estar... se hace menos... y vaya que es grande esa desesperación.




Hay diferencia, claro que la hay. Hablar con un novio a larga distancia siendo novio... te hace sentirlo cerca aunque este lejos y cuando no es tu novio sientes la lejania en todo... pero claro, hay quienes dirían que finalmente sigues sin tenerlo cerca para hacer el amor y sigues sin sentirlo y sigues sin olerlo, así que no pasa nada, pero creo que sólo si lo has vivido lo entenderías: No es lo mismo, pero en fin...




Aún no se me quita la idea de que Juan se está convirtiendo en esos mexicanos que comienzan a preferir el dinero "fácil", esos que se hacen de lo material... No se me quita la idea de que realmente ya esta considerando la posibilidad de jamás regresar y hasta pienso que en realidad ya lo ha decido y sobre eso... bueno, yo aún tengo aún una unica manera de cambiarlo pero aún me faltan unos cuantos miles de pesos para hacerlo posible y un tramo de tiempo... así que... ¿qué hago? Me sentiria mejor de seguir con él, pero igual y él sí piensa que no hay diferencia de llamarnos novios o llamarnos nada...






viernes 6 de agosto 2010, 7:33 pm, Jonathan