martes, 17 de agosto de 2010

Se avecina una reunión

Hace unas semanas que me invitaron a la reunión de la generación 2002 de mi Universidad (se cuenta la generación por cuando entramos o por cuando salimos? porque de ser así... somos 2006). En fin... así la cosa. Hoy vengo a confesar que francamente tengo miedo a esa cosa. ¿Por qué? No tengo bonitos recuerdos del ambiente en que me relacione en aquél entonces, tampoco de la gente, a decir verdad.




Fui una desconocida para ellos, francamente, como fui para muchos antes de conocerlos. De lo que obtuve estando en la tarde durante mi carrera, con quienes organizan esta reunión, tengo sólo amargas impresiones como el hecho de que se me considero borracha y puta y yo no me detuve a desmentir el asunto, como el hecho de que me consideraron pro adulterio por según esto, andar con un hombre casado quien años después me entere que jamás lo estuvo, como el hecho de que se me ha llamado creída por no saberme relacionar con ellos, como el hecho de que se me ha llamado loca y desubicada por no ver el mundo como ellos lo ven, como el hecho de que justamente por no ver el mundo como ellos lo ven... no encajo.




Sin embargo, no sé porque, siento que deje algo con ellos, ¿que habrá sido? ¿mi inocencia? ¿mi ingenuidad? ¿mi reputación? Siento que algo me deben y algo les debo, desde hace muchos años, desde hace mucho tiempo, porque a pesar de que siento no encajar, igualmente siento que no pertenezco a otros: finalmente ellos fueron mi gente, la gente con quienes yo inicie, a quienes yo conoci, con quienes me conocí... a pesar de todo. ¿Que me deben? ¿Que les debo?




Sabes? Me siento como la chica que salio del pueblo con la cola entre las patas después de una cagada grande como quedar embarazada, y luego, debe regresar a ese pueblo que la humillo y hablo pestes de ella, a conseguir algo, porque sin ese algo no puede ser una persona completa, pero... ¿qué es ese algo?




A veces creo que tiene que ver con J. Quisiera decirles todo lo que fue mi verdadera relación con él... quisiera explicarles por que mi desequilibrio entonces y porque esconderme, y en efecto, reconozco que me he escondido: les tengo miedo. Reconozco que la cague por mucho tiempo mientras estuve ahí, me dedique puramente a putear aunque en realidad nunca haya cogido bien a bien con nadie, pero... ¿ellos sabran entender mis razones? Reconoceran que yo no podía aceptar haberme enamorado de un hombre que en aquél entonces creía casado? ¿Reconocerán además que era valedero sentirme desubicada al darme cuenta que tambien sentía algo por mi mejor amiga? ¿Su opinión vale para algo? Que puedo decirte? La verdad es que siento que sí, siento que si vale, aunque aún no sé a ciencia cierta porque... ¿Será que al principio aún cuando no supe relacionarme con ellos realmente los sentía mis compañeros, mis hermanos? Porque así era, sabes?




Un maestro, EL MAESTRO, a quien aún todos recordamos con mucho cariño, nos dijo un día que nosotros seriamos los amigos que tendriamos para toda la vida. Nos hizo vernos los unos a los otros y nos dijo que nosotros nos acompañariamos de ahí en adelante, porque los amigos de la secundaria y la preparatoria se quedaban poco a poco atrás, pero los compañeros que conseguiamos en la universidad eran para toda la vida... y le creímos. Yo le creí. Y él nos unio, durante mi estadia en mi generación (porque definitivamente mi generación fue la de la tarde) todos ibamos juntos hacia todos lados, todos eramos un sólo grupo donde quien no iba era llevado: nadie debía faltar.




Y de algún modo los extraño, pero eso sí, debo reconocer que me siento indigna: es como si el haber hecho tantos desmadres y nunca haberme presentado a responder por ellos me hiciera indigna, y sí... creo que eso es:  no es que yo me deba poner como victima, si hice las cosas aún sin conciencia de las consecuencias (que ni las hubo porque los otros tampoco fueron victimas), no carezco de responsabilidad, al menos para decir "sí, lo hice porque se me antojo"... y sostenerlo frente a quienes eran mis compañeros... ¿Será eso? Quizás sí...




Continuará...






martes 17 de agosto 2010, Jonathan