Una cosa que amo y odio es que me muevan el tapete... Lo amo porque me digo ¡wow estoy viva! ¡aún siento "eso"!! Y lo odio porque ya iba hacia una dirección y de momento pienso... ¿será que tenía que ir en otra? Entonces... me detengo en ese momento y ahí me puedo pasar los meses hasta que una nueva cosa me demuestra que me volví a equivocar y debí seguir por el camino y dirección en la que iba. Sí. Así pues ahora me encuentro en ese punto, ese punto de hacerme esa pregunta: mal por mí.
Hay algo que te tenía que contar desde hace unos días para evitarme esta movida de tapete y no lo he hecho pa saber cuanto me podía aguantar o si podía hacerlo, pero sabes? Algo que me gusta es intentar cosas nuevas cada vez que pueda y esta es una de las ocasiones en que puedo hacerlo, así que ahí va.
Pues resulta que la madrugada del 28 me llego un mensaje de texto al celular a eso de la 1:30 de la mañana. Quien sabe si el universo conspiro ese día pues por lo normal apago mi celular cuando me voy a dormir para ahorrar batería en él y dormir bien. Carmen me cuestiona al respecto porque dice que... ¿qué tal si alguien te llama para una emergencia? Y yo le digo... bueno, si es una emergencia para eso está el teléfono local ( o no?) pero si es una emergencia y quien la tiene solo tiene tu número celular? -continua- La gente que me necesita en una emergencia y quienes me importan tienen mi número local, contesto (y esa es mi lógica, en verdad). Sip. Y aquí va la otra -verdadera- razón por la que apago el celular al dormir: por lo normal sólo lo mantengo prendido cuando espero me llegué un mensaje de Juan -en su tiempo tambien de Berenice- y así poderle contestar de inmediato (nuevamente mal por mí). La verdad es que nadie más me manda mensajes de madrugada y mucho menos me llama: tengo un corto círculo de amigos y familia (que se le va a hacer?) quienes por lo normal sé que están a salvo en casita tomando su merienda, durmiendo o trabajando en un lugar seguro cuando yo me voy a dormir (my life is boring).
Así que bueno... vete tú a saber porque se me olvido apagar el celular esa noche, de verdad que no pasa a no ser que lo haga plenamente consiente, y pues que me cae el mensaje de texto. Seguía tan dormida que ni recuerdo si escuché el timbre pero debío escucharse porque de otro modo no me habría despertado, cuando caí realmente en la cuenta del mensaje fue porque automáticamente ya había apretado la tecla izquierda para abrirlo o algo por el estilo: en realidad di la combinación de teclas para que mi celular leyera en voz el mensaje :S lo cual no pudo y sólo me dijo que el mensaje provenía de "Vi"... "V" (?). "V" como tengo a Juan en mis contactos. ??????
Sí... la cosa me extraño y entonces desperté por completo. Aunque ni espantada, ni irritada, sólo curiosa porque realmente suponía que podía llegar un mensaje en próximos días despues de mi entrada del 26 de abril (mal por los dos).
Lo que leí fue agradable: "Gracias por mi tarjeta! Pondrás esto en tu blog?". Agradable y confuso a decir verdad, confuso y por consecuencia un poco irritante. Respondi con un signo de interrogación por esto último: realmente no sabía que quería decir con la segunda oración, pensé: ¿me estás llamando chismosa? ¿quieres que cuente que me has mandado un mensaje? ¿a qué te refieres con que "si pondré esto en mi blog"? ¬¬ No entendí, pero igual al siguiente minuto de haber mandado ese signo de interrogación reaccione por lo primero y mande un segundo mensaje: "De nada, un gatñ tocando l violin siempre es lindo. No sé. Es necesario?" (así con todo y abreviaturas y error: realmente creí que había puesto una "o" y no una "ñ"). Espere unos minutos somnolienta a que respondiera pero no pasó. Puse el cel en silencio y me dispuse a medio dormir, medio dormir porque a las dos horas más o menos volví a despertar para ver si había respondido, y en efecto lo había hecho: "Un gato tocando el violin siempre es necesario!" ¬¬... Mmmh... eso no me respondía nada!!! Al menos nada de lo que yo hubiera querido que me respondiera.
Me di cuenta que la vaguedad entre nosotros seguía vigente. Es divertida no te lo niego: Normalmente me sube a esa montaña de emociones a la que me gusta treparme, jugamos con las frases, le sonreimos al otro (metaforicamente hablando) haciendole pensar que sabemos de antemano a lo que el otro se refiere pero no lo vamos a hacer evidente porque así es más divertido y nos desesperamos mutuamente, él más a mí que yo a él porque él es más experto que yo en esto de andarse por las ramas. Como sea yo igual tampoco fui tan directa: un mensaje de 160 carácteres no te permite serlo, menos cuando juegas a desesperar, mucho menos con tantas preguntas en la cabeza y menos todavía cuando estás medio dormid@.
En fin... que en mi poco afán de ser un poco más directa respondi: "Creí que esas cosas t molestaban. El que todo lo escriba en mi blog quiero decir". La respuesta a esto llego dos horas después (o al menos hasta entonces la vi) con: "Eso siempre me ha molestado, pero pus ya que... Gato tocando el violin!" En contestación a esto último yo sólo mande puntos suspensivos: perdí en esto de andarse por las ramas, casi como siempre suelo hacerlo, debo agregar. Si no ¿por qué otra razón estaría escribiendote sobre esto?
Para ser más directa tenía que haber mandado un mensaje así: "¿A que te refieres? ¿Me preguntas si publicaré que me mandaste un msj o quieres que te felicite en mi blog por tu cumpleaños?" (y todavía me hubieran sobrado 38 carácteres para poner más signos de interrogación e iconos gestuales je). Mmmh... no sé, con un poco de suerte habría recibido como respuesta un "A mi felicitación, por supuesto" ¬¬...
Ja... je... ji... jo... jummmm... Jajajajajajajajajajajajaja... o que la...
En fin... que como hasta en mi imaginación seguí jugando a la vaguedad me chingué pensando todo ese día a qué chingados se refería y termine subiendo al gato tocando el violín con una felicitación de no cumpleaños en este blog (mal por mí. Por cierto! Ya debería de hacer un ranking de que tan mala puedo ser conmigo misma! ¬¬). Mientras que todo el fin de semana seguí preguntandome si se refería al hecho de platicar en mi blog sobre su mensaje y por tanto, a preguntarme que si lo hacía él se molestaría o no para continuar preguntandome si ello debía importarme o no... Una reflexión llego con el paso del tiempo a mí, naciente de su "eso siempre me ha molestado, pero pus ya que...", y fue la siguiente: ¿alguna vez me acepto tal como soy y yo lo acepte tal como es? No lo sé...
Pensé en este blog, en mi diario. En cuan importante es para mí: Llevo al menos 15 años escribiendo un diario asiduamente, 15 años! Y dentro de esos 15 años durante 6 siempre añoré que alguien me leyese, no sé si por que en el fondo soy una exhibicionista o porque quería buscarme problemas, pero lo que siempre he dicho era que quería que alguien me compartiera, quería sentirme acompañada y escuchada, quería también que alguien me dijera "estás en lo correcto!" y tambien que alguien me dijese "estás rotundamente equivocada" y así crecer y tambien sentirme certera, verdadera, existente... Al tiempo que algo llevaba escrito mi evolución. Visto desde ahí en realidad soy una chica bastante insegura y tal vez tengas razón, tú y todo el que lo crea después de leer esto, pero más allá que "depender" de un objeto -mi diario- para sentirme segura de lo que creo, pienso y quiero, me sirvo de este objeto para extender mi yo y ponerme en claro.
Para mí, escribir en mi diario es como quien extiende su dinero en la mesa para contarlo y hacer montoncitos destinados a distintas cosas: sin tan mesa con la suficiente longitud algún billete podría perderse o un montón podría caerse y por tanto alguna cosa no será pagada. Escribir en mi diario es como el que hace su story board o guión para saber con certeza como quiere hacer sus escenas para que estás transmitan lo que él quiere transmitir y no otra cosa: sin ese story board o guión se desperdiciaria tiempo, esfuerzo y el creador jamás podría transmitir bien sus ideas através de la imagen y el movimiento...
Pero el problema que Juan tiene con mi diario no es el hecho de que éste me sirva como herramienta de orden sino que es público... y a mí... esto me causa un cierto desconcierto. O al menos esto me causo este fin de semana dentro de mi reflexión, tanto que llegué a preguntarme ¿realmente es molestia lo que siente Juan? Mira, piensalo, no es el único que está pendiente de mis "chismes" aquí vertidos, sé de dos lectoras más asiduas a leerme: Carmen y Berenice, por supuesto, y es muy rara la reacción que ellas tienen cuando de pronto no hay una entrada nueva en el blog. Siempre me dicen "no has escrito", o preguntan por qué no lo he hecho, pero cuando las hay siempre recibo una reacción: "ahora entiendo", me dicen, "sí, es cierto" (tal o cual cosa). De Carmen casi siempre recibo enojo pero vaya, cuando se le baja este por lo normal recibo aceptación, entendimiento del mensaje. Como sea toda entrada que escribo produce en ellas algo que nos lleva a una plática y a un cierre bueno de las cosas y por tanto, crecemos... Con Juan no recibo nada... o bueno sólo recibo dos cosas: llamadas en la madrugada para decir que soy el peor error de su vida y que nunca debio confiar en mí o mensajes vagos al celular...
En fin, como tal son reacciones, no? El problema con ellas es que con el paso de los años yo ante esto sólo he aprendido a hacer una cosa: escribir muy a pesar de Juan... y eso... eso sólo puede ser triste. Es como si no tuviera derecho a hablar de mi vida (y por tanto de lo que acontece en ella) y yo me tomará ese derecho a la fuerza, siempre robandomelo. Finalmente de algún modo aunque encuentro libertad poniendome en claro mis cosas nunca salgo del encierro porque no se sabe cuando algo puede molestarle y amenazarme en la madrugada con jamás volverme a hablar y jamás volver a confiar en mí, que digo... ¿eso no debría ya quedar anulado después de ochocientas mil veces de oírlo-leerlo y haber quedado olvidad tras un "eres la persona en que más confío" de dientes pa' fuera? Como sea supongo que también escribo sabiendo de antemano que Juan no me habla y no confía en mí (eso si no se ha anulado entonces está asentado), ¿por qué entonces tengo este mal sabor de boca, este malestar, esta angustia de volver a oír la amenaza? Cuestión triste por partida triple.
Lo irónico de todo esto es que me siga leyendo, ¿sabes? Si soy tan ojete, tan desgraciada, indigna de confianza, etc. etc. ¿para qué seguirme la corriente? Digo, puedo seguir aquí hablando como merolico sin que nadie me lea y me diga que estoy mal o bien, o que están de acuerdo o en desacuerdo y yo seguiré escribiendo porque finalmente la que se tiene que poner en claro soy yo, pero, ¿por qué él me lee? Supongo una respuesta, en realidad supongo dos: me lee para saber de mí y me lee para saber de él... (en mí probablemente). ¿Qué significa eso? ¿Qué está de acuerdo en toda la información que pueda recibir mientras no se trate de que otros reciban información que le implique? ¿Eso no es deshonesto?
Incongruente no es, yo lo sé: Juan simplemente demuestra que está dispuesto a recibir pero jamás a dar, por tanto si yo osó dar un apice de información que lo incluya a él o a sus allegados (que de hecho menciono sólo porque producen algo en mí y mi blog se trata justamente de mí) es una injuria! pero si se trata de información de otros entonces es información oportuna y valedera: Deshonesto e injusto.
Ventilé a Berenice cuando me pusó el cuerno e hice la crónica de todo incluyendo diálogos que tuve con Adriana y Berenice, escenarios y tiempos, y entonces sí estuvo bien, pero, oh! que no se me ocurriera tres años después ponerle un sobrenombre a una nueva novia de Juan porque entonces ¡qué indigna! ¡qué ojete! ¡que traidora! Eso en mi pueblo se le llama de otra manera: Juan es un dos caras y usa una u otra a su conveniencia.
¿Sonó gacho, verdad? Pues así de gacho siento yo al ser juzgada de ese modo y a los pocos meses quererme tratar como si nada. Mira, no niego que lo que suelo decir y como suelo decir las cosas aquí no es muy lindo cuando se trata de exponer una mala onda, pero pienso por ejemplo en Berenice: Berenice jamás me amenazo con dejar de confiar en mí o dejar de hablarme cuando vine y te platiqué lo de Adriana, se molesto como era natural y más porque expuse un tanto el como se expresaba de Adriana y entonces quedo mal con ella, y se molesto, discutimos, Adriana misma me puso bronca y yo simplemente le dije que cualquier opinión que yo pudiera tener de ella era una que ella misma había creado queriendo hacerse mi amiga mientras se acostaba con quien en ese entonces era mi mujer. Se quiso defender cuando cuestione si era una borracha y parrandera, pero igual le dije que releyera lo que yo había escrito: simplemente estaba transcribiendo las palabras de Berenice: aquella visión era de Berenice y yo, yo sólo contaba con la visión que ella me daba. Mi delito era hablar y querer poner orden en aquello dentro mío y lamentablemente tenía que hablar del problema para entenderlo...
Dificil o fácil Adriana dejo de exigirme que dejará de escribir de ella: Ella podía estar hablando lo que quisiera de mí en su círculo de amigos, lo mismo estaba haciendo yo y lo peor de aquél caso es que mi blog en ese tiempo sólo recibia las visitas de Juan, Drisma y Berenice mientras que ella conocía a más de 10 personas en un grupo virtual al que ambas eramos asiduas...
Después de un tiempo el enojo de Berenice se hizo menos y lo curioso es que aún con él solía decirme: "es cierto, yo te dije eso... " es decir: le molestaba quedar expuesta pero siempre terminaba aceptando sus hechos. Esto es algo que Juan no hace y por tanto jamás va a superar que yo platiqué con "lujo de detalles" lo que he vivido con él.
Al cabo tal vez no importa: él dijo que jamás volvería conmigo a raíz de una mención de su noviecilla, yo igual dije lo propio cuando me di cuenta que él siempre me atacaría antes de darme la oportunidad de explicarme y por tanto no merecía ya la pena seguir dando tanto por alguien que ni siquiera me daba un poco de cuidado. Habria sido distinto si en aquella ocasión en lugar de mandarme recaditos con Carmen se hubiera dirigido a mí y preguntado porque había escrito aquello, pero igual quien no da confianza no merece explicaciones.
Ahora bien... regresando a la pregunta inicial: ¿alguna vez me acepto tal como soy y yo lo acepte tal como es? Creo que la respuesta es no... Él nunca acepto cuan importante era para mí hablar de las cosas y resolverlas, yo nunca acepte cuan necesario juzgaba él mantenerse en silencio... Alguna vez creí entenderlo -su necesidad de mantencerse en silencio- pero nunca lo acepte, sabes? Cómo era algo contrario a mis costumbres y mis creencias más bien trate de llevarlo por el camino en que él se manejara más como yo, que hablara con toda la desfachatez y ocasional cinismo con el que yo suelo hacer: no lo acepte, trate de cambiarlo.
Él hizo lo mismo muy a su manera. En este momento entiendo que conforme a sus costumbres y creencias esperaba que yo me guardase todo para mi misma, me llevará para mi cueva todos mis análisis y reflexiones y al cabo de unos meses retornará a buscarle con un mensaje muy sobrio que citará algo así como "podemos chatear?", al cabo, si él aceptara, ya en la plática si quisiera ir al grano le diría: "no me gusto para nada que te hicieras novio de Marisol" (-oh! por Dios! he dicho su nombre!! Sacrilegio -¬¬ y luego por qué las mandan a la chingada? -oh! que la... pues que más da... ya estamos ahí ) El desprecio hacia mi surgió cuando más allá de no aceptarme no acepto que estaba tratando de cambiarme hacia sus costumbres y procederes, ¿cómo era que yo seguía actuando como yo si él esperaba que actúara como él esperaba? No entendio que por mucho que uno espere que alguien se comporte de tal o cual manera nuestra espera no significa nada en el otro: en el otro lo que pesa es lo que es el otro, lo que lo constituye, ni más ni menos.
Que difícil es esto, no? A menudo escuchamos que no debemos intentar cambiar al otro -lo cagado es que nunca nadie me ha dicho por qué no- pero en la práctica siempre sucede y nosotros mismos a parte que lo permitimos lo queremos. Yo por ejemplo suelo quererlo para meterme en el mundo del otro, suelo cambiar o al menos aplicar algunos de los procederes del otro para entender porque y para que lo hace, de ese modo me causa menos molestia y le acepto un poco más. A veces, también, en la práctica solemos cambiar por mera costumbre al otro: si antes solías comer hasta las 4 de la tarde ahora te acoplas a comer a las 2 o 3 porque así puedes comer con el otro, o si antes no comias tal o cual cosa ahora te acoplas a comerla a menudo porque al otro le fascina. También solemos cambiar para evitarnos problemas: si antes solías arreglarte muy bien para salir a cualquier lado ahora ya no porque así te evitas que te anden celando o diciendo comentarios que te incomodan... Sí...
Pero hay de cambios a cambios, y creo haber encontrado la razón por la que se supone no debes intentar cambiar al otro (o ya no intentarlo: cambiarlo de tajo): a parte de que ello te puede sacar de quicio por no conseguir los resultados que quieres o esperas puede que el cambio al que tu quieres someter al otro y crees muy bueno para él a él realmente le cause daño...
La verdad es que nunca sabes porque el otro ha terminado por comportarse de una manera: a lo mejor lo hizo como manera de defensa, a lo mejor lo hizo como solución, a lo mejor por echar bronca, la cosa es que si nunca logras entender porque se comporta así y a huevo quieres que se someta a otro comportamiento sin antes saber puedes causarle un conflicto interno muy grande. Y bueno, ahora bien, deja, a lo mejor sabes ahora porque lo hace ¿qué te dice que para él constituye un problema manejarse así? La única manera en que "puedes" cambiar a otra persona es que ella lo quiera... y en ese caso tal vez el mérito sea más de ella y tal vez ni siquiera cambie a como tú querías... So? Que te queda? Al parecer sólo entenderla y aceptarla y tal vez sobrepesar si puedes vivir con eso que querías cambiarle y ella se nego a hacer, si no puedes vivir con el hecho de que ella no va a cambiar o con el hecho de que sólo cambio un poco (parecido a lo que tú querías) en pro de su bienestar entonces lo mejor es alejarse por el bien de los dos.
Sí... así la cosa...
Sabes? Me gusto recibir esos mensajes de Juan. De hecho ayer me mando otro de esos extraños como para iniciar plática, me dijo " Y que se chingan al Osama..." y yo le contesto "Eso dicen". Mi mensaje fue un poco cortante sí, aunque igual si él me hubiera querido responder podría haberse dado cuenta que mi mensaje llevaba insinuación de conspiración gringa, pero bueno... esa es otra historia. La realidad es que si te cuento todo esto es porque quiero evitarme el clásico proceder con Juan.
Normalmente cuando suceden esta clase de mensajes llegamos al punto de llevar nuestros disgustos a más mensajes hasta que terminamos chateando y "arreglando todo" sin siquiera hablar, y simplemente rechazo el volver a eso. No quiero enterarme si sigue con su novia o no. No quiero ser pañuelo de lágrimas ni abrazo que lo impulse a seguir con ella o a reparar algo con ella si es que están en broncas: la verdad que no me interesa ese papel. Juan solito se metió en esa bronca, que Juan sólo salga de ella.
No sé a lo mejor estoy llevando todo esto a otro nivel, tal vez sólo quiso agradecerme el gesto del happy birthday del bello gatito en violín, pero si me está leyendo ahora sabe que para mí esto tiene muchas más implicaciones, por otro lado como te dije al principio me encuentro en ese punto en el que estoy dudando si debo tomar otra dirección: me estoy preguntando si todo esto que te estoy diciendo no se lo debiera estar diciendo a él directamente y hablar con él y ver que quiere y ver que onda, pero sabes? Ese es el proceder que siempre he hecho: soy yo la que siempre da el paso y finalmente soy yo la que se queda con el peso y la responsabilidad de todo lo consecuente. Estoy cansada, porque por todo esto carezco también de derecho a equivocarme y al rato se me quitan las cosas como si fuera la más ojete del universo, la más inmerecedora y la más faltista: es injusto.
Lo peor no es lo que él pueda decir o hacer, no, es que igual yo me lo creo y en ese creermelo me meto a reparar todas mis supuestas faltas y me olvido de nuevo de mí y entonces todos los planes como los que te platiqué en la entrada del 26 de abril se van y van hasta que, por ejemplo, pasan tres años y yo no he concretado nada de lo mío (cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia). Y sabes que es lo peor del caso? Ahora me doy cuenta que todas las faltas que él me endilgaba a mí propiamente -dejando de lado mis errores como el haberme involucrado con Carmen-, como el que según "nunca estaba para él" o que"nunca lo ayudaba" o "que nunca lo necesitaba" han sido cosas que sólo están en su imaginación o más bien cosas que ni el mismo tiene bien en claro a que se refería, porque sabes? Yo estaba para él. Me desvelaba al menos 4 días a la semana, le preguntaba por sus problemas y no me quería hablar de ellos, le daba consejos que nunca tomaba, le pedía que me asignará tareas en las que yo podía ayudarle aún desde la distancia pero no me las daba y las que me dio y cumplí las hizo menos o simplemente las ignoro como el buscar la información para lo del taxi; sobre de que no lo necesitaba yo procuré contarle mis problemas y para lo que lo necesitaba era como apoyo y consejero y me lo daba y pensé que se sentía lo suficientemente necesitado... sobre el dinero aún -nunca- me sentí en la confianza de pedirselo para las cosas más mundanas como comprarme un par de zapatos, pero siempre lo necesite y el problema de no sentirme en confianza es que jamás se me dijo hasta donde podía yo pedir...
Como sea... pensemos que yo tengo todas esas fallas: realmente nunca se me dijo a que se refería y eso porque al parecer ni el mismo sabe a que se refiere, hasta donde me quede en la relación con M con ella parecía tener exigencias similares y con Carmen quejas de la misma índole. Eso me hace notar que Juan más bien tiene un vacío que busca que le llenen sus parejas, pero como no sabe ni siquiera de donde salio y en donde está no tiene minima idea con que puede llenarlo y se equivoca ya sea en la elección de pareja o en lo que le pide a la misma. Es un tanto absurdo y desgastante porque aunque es mi problema porque me ha dejado afectada no está en mí resolverlo aunque lo intente.
Sabes? Ese tipo de huecos sólo se llenan viajando al interior de uno mismo y aceptando y resolviendo secretos que solamente nosotros sabemos por más pendejos que a otros puedan parecerles, pero bueno, ese viaje yo no lo puedo hacer por él, más bien estoy en uno propio donde si me dejo volver a llevar por su vacío siempre seré su sombra y además la que nunca le cumplio. Prefiero no ser nada en dado caso. Aunque si de preferencias se trata... preferiría que algún día pueda resolver su vida, se haga cargo de si mismo y me busqué de nuevo al menos para ser mi amigo... sí al menos, ya que si nos vamos por preferencias... ya te he dicho antes lo que yo realmente quiero.
En fin... Hasta aquí la dejamos por hoy. Te dejo con esta canción pa despejarte de tanta palabrería Comienzo a escuchar estas canciones por el sólo placer de escucharlas por lindas ;)
Un beso, amigo