Poder asomarme al pasado... sólo para copiarme la tarea de vida cuando era adolescente:
¿Qué se suponía que quería cambiar? ¿De que estaba segura que podía funcionar con mis talentos? ¿Qué cosas me dolían y necesitaba hablar y sacar de mi sistema?
.Escribir no era escribir para mí, escribir era hablar. Alcanzar a ver qué sentía y poderle comunicar a alguien ese sentimiento y el por qué de él.
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Alcanzar a ver yo misma ese sentimiento y el por qué de él... y luego tomar una decisión... Aunque esta tardara todavía un rato más en procesarse.
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Escribir era como vomitar en un pensadero para localizar las palabras justas que necesitaba decir.
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Y era vomito, lo sé: sin orden y a medio digerir... Pero así como el vomito en la salud digestiva, alcanzas a ver qué te está haciendo mal.
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Escribir era vomitar... Y me pidieron que colara el vomito y lo acomodase en una obra de arte.
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Ahí fue dónde la cosa se torció.
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Quise vomitar con arte, ajustar mi tracto digestivo para que cuando saliera mi vomito fuera lo más bello y acomodado.
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Quise acomodar mis pensamientos antes de que salieran de mi cabeza. Nadie me dijo que era autista. Nadie lo sabía. Me acosnsejaban: habla de lo que sabes.
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Y una enorme lista de cosas que sé, se desplegaba rapida e interminable en mi memoria:
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las letras de canciones que mi padre tocaba, las letras de las canciones que mi madre escuchaba, la combinación entre el azul y el rojo y como es genial que juntos ayuden en las películas "tridimensionales", que las losetas esas que dan la sensacion de miniaturas en realidad vienen en un azulejo más grande, que la gasolinera más cercana está a menos de un kilometro, que el mercado está a 3 cuadras de mi casa, la ruta al cch, la ruta a la preparatoria...
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No sé cómo explicar que aquél fue el peor consejo para alguien que no hace poda sinaptica.
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Igual intenté por otros medios, aprender a vomitar con arte. Aún me quedaba la imagen para seguir expresando.. Hasta que también bloquee eso y la estructura en la escritura fue lo único que me quedo.